Muchos padres y madres me consultan preocupados porque sus hijos no se esfuerzan:
Padre/madre -Mi hijo no se esfuerza-.
YO -Chico listo
P/M -¿Cómo?
YO -Esforzarse es de tontos si ya tienes lo que necesitas.
P/M -Pero tendrá que esforzarse, ¿no?
YO -No lo sé. ¿Es algo que necesita?
P/M -Tendrá que hacer los deberes, ¿no? YO -Depende
P/M -¿De qué?-
YO -De sí los deberes van a acabar siendo realizados sin que él se esfuerce o tendrá que enfrentarse a las consecuencias de no haberlos hecho. Si vosotros le recordáis cada día que tiene que hacer los deberes, le ayudáis a hacerlos, le buscáis la información que debe buscar él, preguntáis en el WhatsApp del grupo de padres de qué es exactamente el trabajo que tienen que entregar el miércoles, ¿no os parece que vuestro hijo tendría que ser muy tonto para ponerse él a hacer los deberes?
¿Crees que un halcón buscará, perseguirá, atacará y capturará una presa con todo lo que eso cansa, si ya tiene una capturada y disponible? Obviamente, el halcón se esforzará en cazar solo si tiene hambre y no tiene comida a su disposición. No me imagino a la mamá del halcón que ha estado volando y intentando cazar, pero sin éxito, diciéndole: “tranquilo hijito, te has esforzado mucho, eso es lo importante”. Como tampoco me la imagino trayéndole la caza enfadada y riñiéndole porque no se esfuerza.
Si lo que queremos es que nuestros hijos hagan los deberes, ¿no deberíamos dejar de cazar por ellos?
Y tú, ¿dejas que tu hijo busque, persiga, ataque y capture? ¿O lo haces tú en su lugar, le das la presa y después te enfadas con él porque no ha salido a cazar?
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